
Marco ético
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Este artículo centra la atención, tan necesaria, en la naturaleza ética de las estrategias de gestión de las relaciones con los clientes (CRM) en las organizaciones. La investigación utiliza un estudio de caso en profundidad para reflexionar sobre el diseño, la aplicación y el uso de las “mejores prácticas” asociadas a la CRM. Se argumenta que la filosofía convencional de la CRM se basa en un concepto bastante limitado que no tiene en cuenta adecuadamente las cuestiones éticas. Destacamos por qué las consideraciones éticas son importantes cuando las organizaciones utilizan CRM y cómo un enfoque más holístico que incorpore algunas de las ideas de Alasdair MacIntyre sobre la ética de la virtud podría ser relevante
Después de la virtud: A Study in Moral Theory.Alasdair C. MacIntyre – 1983 – University of Notre Dame Press.After Virtue: A Study in Moral Theory.Samuel Scheffler – 1983 – Philosophical Review 92 (3):443.Humanizing Business: A Modern Virtue Ethics Approach.Geoff Moore – 2005 – Business Ethics Quarterly 15 (2):237-255.Corporate Character: Modern Virtue Ethics and The Virtuous Corporation.Geoff Moore – 2005 – Business Ethics Quarterly 15 (4):659-685.¿Víctimas de las circunstancias? A Defense of Virtue Ethics in Business.Robert C. Solomon – 2003 – Business Ethics Quarterly 13 (1):43-62.Ver las 12 referencias / Añadir más referencias
Marco ético para la toma de decisiones
InicioFilosofía¿Qué puede enseñarnos la ética de la virtud sobre los problemas éticos modernos?¿Qué puede enseñarnos la ética de la virtud sobre los problemas éticos modernos?¿Podría la primera forma de abordar la filosofía moral ser también la clave para resolver los problemas éticos modernos? Jun 15, 2022 – Por Luke Dunne, Licenciado en Filosofía y Teología
La complejidad de la vida moderna hace que la ética sea aún más difícil. Desde las nuevas tecnologías, como la edición del genoma y la inteligencia artificial, hasta la agitación política y los conflictos culturales, saber cómo hacer lo correcto es increíblemente difícil. ¿Podría ser que un enfoque antiguo -de hecho, podría decirse que el primero- de la ética nos ofrezca una solución? Este artículo explorará la ética de la virtud, su historia, varios de sus pensadores clave y su aplicabilidad a los problemas morales modernos. Independientemente de que uno se convierta en un ético de la virtud y crea en esta forma de hacer ética en su conjunto, la ética de la virtud ofrece una reconsideración de las implicaciones de nuestro carácter y la importancia de desarrollarlo en el contexto de la teoría ética.
Modelo de decisión ética
Todos tenemos una imagen de nuestro mejor yo, de cómo somos cuando actuamos éticamente o estamos “en nuestro mejor momento”. Probablemente también tenemos una imagen de lo que debería ser una comunidad ética, una empresa ética, un gobierno ético o una sociedad ética. La ética tiene que ver con todos estos niveles: actuar de forma ética como individuos, crear organizaciones y gobiernos éticos, y hacer que nuestra sociedad en su conjunto sea más ética en la forma de tratar a todos.
La ética se refiere a las normas y prácticas que nos indican cómo deben actuar los seres humanos en las numerosas situaciones en las que se encuentran: como amigos, padres, hijos, ciudadanos, empresarios, profesionales, etc. La ética también tiene que ver con nuestro carácter. Requiere conocimientos, habilidades y hábitos.
Si nuestra toma de decisiones éticas no se basa únicamente en los sentimientos, la religión, la ley, las prácticas sociales aceptadas o la ciencia, ¿en qué nos basamos para decidir entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo? Muchos filósofos, éticos y teólogos nos han ayudado a responder a esta pregunta crítica. Han sugerido una variedad de lentes diferentes que nos ayudan a percibir las dimensiones éticas. He aquí seis de ellas:
Ética de la justicia
En ética, la casuística (/ˈkæzjuɪstri/ KAZ-ew-iss-tree) es un proceso de razonamiento que busca resolver problemas morales extrayendo o extendiendo reglas teóricas de un caso particular, y reaplicando esas reglas a nuevos casos[1]. El término también se utiliza comúnmente como un peyorativo para criticar el uso de un razonamiento inteligente pero poco sólido, especialmente en relación con cuestiones morales (como en el sofisma)[2] Es el “estudio de casos de conciencia y un método para resolver conflictos de obligaciones aplicando principios generales de ética, religión y teología moral a casos particulares y concretos de la conducta humana. Esto exige con frecuencia un amplio conocimiento del derecho natural y de la equidad, del derecho civil y de los preceptos eclesiásticos, así como una habilidad excepcional para interpretar estas diversas normas de conducta”[3].
Según el Diccionario Etimológico en Línea, el término y su sustantivo agente “casuista”, que aparece desde aproximadamente 1600, derivan del sustantivo latino casus, que significa “caso”, especialmente como referencia a un “caso de conciencia”. La misma fuente afirma que “incluso en los primeros usos impresos el sentido era peyorativo”[5].