
Distimia frente a depresión
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La distimia -también conocida como trastorno depresivo persistente, depresión crónica o trastorno distímico- es una forma de depresión clínica de larga duración. Suele durar varios años, con síntomas que van y vienen, cambiando de un día a otro y de una semana a otra. (1)
Muchas personas con distimia o “estado de ánimo distímico” pueden beneficiarse tanto de la terapia verbal como del tratamiento médico. Con cambios en el estilo de vida y una sólida comprensión de lo que le ayuda personalmente a enfrentarse a la distimia, también puede utilizar enfoques naturales para mejorar su estado de ánimo y controlar sus síntomas.
La distimia -también conocida como trastorno distímico o trastorno depresivo persistente- es un tipo de depresión continua y duradera (crónica). Antes se consideraba un diagnóstico más leve que la depresión mayor, pero ahora se sabe que tiene graves repercusiones en la vida de las personas y en su capacidad para funcionar con normalidad. (2) Esta afección afecta a entre el 3 y el 6 por ciento de las personas en EE.UU. (3)
La distimia suele comenzar en la infancia, la adolescencia o el principio de la edad adulta y puede durar años. Supone un riesgo de padecer otros trastornos de la personalidad y el abuso de sustancias, y puede causar problemas en las relaciones, la escuela o el trabajo y las actividades cotidianas. (4)
Síntomas del trastorno distímico
Nancy Schimelpfening, MS es la administradora del grupo de apoyo a la depresión sin ánimo de lucro Depression Sanctuary. Nancy tiene toda una vida de experiencia con la depresión, experimentando de primera mano lo devastadora que puede ser esta enfermedad.
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El trastorno depresivo persistente (TDP), antes conocido como distimia, es un diagnóstico bastante nuevo que se caracteriza por una depresión crónica. La última edición del “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” (DSM-5) consolidó la distimia y el trastorno depresivo mayor crónico bajo el paraguas del trastorno depresivo persistente, que incluye cualquier depresión crónica que se sitúe en un espectro de leve a grave.
Estos cambios diagnósticos se realizaron para reflejar el hecho de que no existe una distinción científicamente significativa entre el trastorno depresivo mayor crónico y lo que anteriormente se conocía en el DSM-IV como trastorno distímico.
Prueba de distimia
El trastorno depresivo persistente o distimia es un trastorno depresivo recurrente sin episodios claramente delimitados. El inicio es insidioso y puede ocurrir en la adolescencia o en la edad adulta. La distimia suele pasar desapercibida y no se diagnostica durante años. Es frecuente la presencia de trastornos comórbidos de depresión mayor, ansiedad, personalidad, somatomorfos y abuso de sustancias. Los síntomas se centran en el estado de ánimo triste, el pesimismo y la desesperanza. Los afectados experimentan un importante deterioro funcional y corren el riesgo de morir por suicidio. Las personas con mayor riesgo son mujeres, solteras, que viven en países de renta alta y tienen antecedentes familiares de depresión. Los instrumentos de detección incluyen la Escala de Calificación de la Distimia de Cornell (CDRS). Los tratamientos típicos son los medicamentos antidepresivos y el sistema de psicoterapia de análisis cognitivo-conductual (CBASP). Este artículo ofrece a los profesionales sanitarios una visión general de los enfoques de evaluación y tratamiento de la distimia.
Vivir con la implacable carga del trastorno depresivo persistente (TDP) o distimia hace que los afectados se sientan abatidos y desesperanzados la mayor parte de sus vidas. El TDP o distimia es un trastorno depresivo recurrente y prolongado sin episodios claramente delimitados. La distimia, del griego “mal humor” o “mal estado de ánimo”, está poco estudiada, a menudo infratratada y puede conducir a altas tasas de muerte por suicidio (Cristancho, Kocsis y Thase, 2012; Ishizaki y Mimura, 2011; Niculescu y Akiskal, 2001) . La investigación existente se ha centrado en el diagnóstico de la distimia y en la evaluación del tratamiento con medicación antidepresiva y psicoterapia. La mayor parte de este trabajo se ha dirigido a los médicos. Sin embargo, los profesionales de la salud de una variedad de entornos diferentes pueden esperar encontrarse con personas que luchan para hacer frente a la distimia en su práctica. La concienciación sobre la distimia entre todos los miembros de los equipos sanitarios puede suponer una importante diferencia a la hora de reconocer el trastorno e iniciar las derivaciones adecuadas. Dirigido a un público multidisciplinar, este artículo presenta una explicación de la distimia explicando los enfoques actuales de evaluación y tratamiento.
Tratamiento de la distimia
Resumen del tratamiento: La terapia cognitivo-conductual (TCC) centrada en la depresión o la psicoterapia interpersonal (TPI) y la medicación antidepresiva han demostrado ser las más exitosas para la distimia. Esta combinación se dirige a los síntomas depresivos y al funcionamiento social. El enfoque de la TCC ofrece un entorno terapéutico personalizado para satisfacer la necesidad de aceptación y apoyo incondicional del paciente. El ritmo de la terapia y el nivel de funcionamiento deben ser determinados por el cliente. Esto permite al cliente establecer objetivos realistas y alcanzables que le devuelvan a su nivel normal de funcionamiento. La TPI es una psicoterapia breve basada en la psicoeducación que se centra en el “aquí y ahora” que conecta los sentimientos con los acontecimientos. Debido a la depresión crónica que experimentan la mayoría de los clientes con distimia, se suelen prescribir medicamentos antidepresivos como los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS) (es decir, Prozac, Paxil, Zoloft, etc.). Los ISRS actúan aumentando el nivel de la sustancia química serotonina en el cerebro, lo que a su vez altera el estado de ánimo, las emociones y los impulsos.