
Trastorno límite de la personalidad de 5 años
Contenidos
El trastorno límite de la personalidad (TLP) es un trastorno mental común que puede tratarse. Afecta a los pensamientos, las emociones y los comportamientos de las personas, por lo que les resulta difícil desenvolverse en todos los ámbitos de la vida.
Las personas con trastorno límite de la personalidad sienten emociones intensas e incontrolables, que pueden hacer que se sientan muy angustiadas y enfadadas. Tienen problemas con sus relaciones y les cuesta sentirse cómodos consigo mismos. Pueden ser muy impulsivos y parecer llevar una vida caótica, actuar de forma impulsiva o dañarse intencionadamente como forma de afrontar la situación.
El trastorno límite de la personalidad puede ser difícil de entender para otras personas. Puede ser angustioso para la persona con trastorno límite de la personalidad y para las personas que la rodean, y a menudo se malinterpreta.
Es el trastorno de la personalidad más común en Australia, ya que afecta a entre 1 y 4 de cada 100 personas en algún momento de su vida. Es más frecuente en las mujeres y, por lo general, los síntomas aparecen en la adolescencia o en los primeros años de la vida adulta.
Cómo criar a un niño con trastorno límite de la personalidad
El principal tratamiento del TLBE es la intervención psicológica, más que la medicación (aunque ésta puede desempeñar algún papel). Es posible que se le ofrezca medicación para tratar otro problema de salud mental, como el bajo estado de ánimo o la ansiedad persistentes.
Sabemos que el trabajo psicológico o la terapia requieren esfuerzo y valor. El trabajo psicológico puede desafiar a las personas a confiar menos en estrategias de afrontamiento de larga duración, como la autolesión, y a ser más compasivos consigo mismos, en lugar de ser autodestructivos y autosabotearse. Establecer algunos objetivos personales puede ayudar a mantener el rumbo, por ejemplo, asistir a las citas con regularidad.
Dado que el cambio es difícil, ¿por qué merece la pena el riesgo de intentar cambiar? – Piensa en lo que hará que merezca la pena para ti. ¿Cómo quiere que sea su vida en el futuro? ¿Qué debe cambiar para que la vida sea más llevadera?
Es posible que su coordinador de cuidados quiera remitirle a otra terapia, como la Terapia Dialéctica Conductual (TDC); algunas terapias se imparten de forma individual, otras en grupo o en familia y otras son una mezcla de ambas.
Signos de tbc en la infancia
Los padres de un hijo adulto con trastorno límite de la personalidad se enfrentan a luchas únicas mientras navegan por los extremos de la enfermedad de su hijo. Desarrollar la comprensión y practicar la validación le ayudará a desarrollar una relación más saludable con su hijo. Si busca y se mantiene involucrado en el tratamiento, puede darle a su hijo y a su familia la oportunidad de encontrar una recuperación duradera.
Tener un hijo con trastorno límite de la personalidad (TLP) puede ser desgarrador. La inestabilidad, la volatilidad emocional, las autolesiones y los intentos de suicidio que tan a menudo acompañan a la enfermedad le devastan emocionalmente y le hacen sentirse perdido, impotente y solo. Te encuentras caminando sobre cáscaras de huevo, esperando evitar el próximo estallido, sin saber nunca cuál será el próximo desencadenante. En sus momentos más oscuros, teme perderlos por completo.
El trastorno límite de la personalidad es una enfermedad de extremos que rompe el sentido de sí mismo de su ser querido y su capacidad para enfrentarse al mundo que le rodea. Caminan por la vida con todos los nervios al descubierto, sin la armadura necesaria para capear las tormentas emocionales. Y aunque es profundamente doloroso para quienes viven con la enfermedad, los padres de un hijo adulto con trastorno límite de la personalidad experimentan una angustia propia y única, ya que son a la vez testigos y víctimas secundarias de esta enigmática condición.
Trastorno límite de la personalidad en una adolescente
Es difícil diagnosticar con precisión el trastorno límite en los niños porque síntomas similares pueden evolucionar hacia uno de varios trastornos a medida que el niño se desarrolla.15,16 Sin embargo, el trastorno puede diagnosticarse fácilmente en la adolescencia o en la edad adulta temprana. 17,18,22 No obstante, hay indicios de problemas de conducta importantes antes de que se manifieste la forma completa del trastorno.
Algunos niños parecen tener síntomas muy similares a los del trastorno límite en adolescentes y adultos. Los padres de algunos pacientes borderline afirman haber detectado problemas ya en el primer año de vida. Los bebés afectados parecen más “cólicos”, lloran más, tienen una menor capacidad de experimentar placer, duermen menos tranquilos, se alteran más fácilmente con los cambios de rutina y son más difíciles de calmar cuando están molestos.
En la primera infancia, los niños a los que posteriormente se les diagnostica un trastorno límite suelen ser descritos como más exigentes y requieren más atención que sus hermanos y hermanas. Algunos parecen preocuparse más, tienen más episodios de tristeza, son más sensibles a las críticas, siguen alterándose más fácilmente por los cambios de rutina o de planes y se enfadan más fácilmente. Se frustran con facilidad, y cuando se frustran pueden tener graves rabietas. Algunos tienen grandes dificultades para separarse de casa para ir a la escuela, y cuando están estresados pueden manifestar síntomas físicos como arrancarse pequeños mechones de pelo, frecuentes calambres de estómago, dolores de cabeza, problemas para comer y un patrón de sueño anormal.