
Trastorno de desrealización
El delirio de Cotard, síndrome de Cotard o síndrome del cadáver andante[1] es un trastorno mental poco frecuente en el que las personas tienen la creencia delirante de que están muertas (en sentido figurado o literal), que no existen, que se están pudriendo o que han perdido la sangre o los órganos internos. En raras ocasiones, puede incluir delirios de inmortalidad[2].
El síntoma central del síndrome de Cotard es el delirio de negación. Las personas que padecen esta enfermedad suelen negar que existen o que cierta parte de su cuerpo existe. Se ha descubierto que el síndrome de Cotard tiene tres etapas distintas. En la primera etapa -Germinación- los pacientes presentan depresión psicótica y síntomas hipocondríacos. La segunda etapa – Florecimiento – se caracteriza por el desarrollo completo del síndrome y los delirios de negación. La tercera etapa -Crónica- se caracteriza por los delirios graves y la depresión crónica[3].
Las personas que padecen el delirio de Cotard suelen retraerse de los demás y tienden a descuidar su propia higiene y bienestar. El delirio hace que los pacientes no puedan dar sentido a la realidad, lo que da lugar a una visión extremadamente distorsionada del mundo. Este delirio suele darse en pacientes psicóticos que padecen esquizofrenia. Aunque el síndrome de Cotard no requiere alucinaciones, los fuertes delirios son comparables a los que se encuentran en los pacientes esquizofrénicos[4].
Georgia madchen
Antecedentes: El delirio de Cotard (DC) es uno de una variedad de delirios monotemáticos estrechamente definidos que se caracterizan por creencias nihilistas sobre la existencia del cuerpo o la vida misma. La presencia del delirio de Cotard en el contexto de la esquizofrenia es rara (<1%), y sigue siendo poco estudiada.
Caso: El “Sr. C” es un veterano de 58 años con un diagnóstico previo de esquizofrenia, que presentó EC en el contexto de una depresión significativa, ideación suicida, violencia y comportamiento autolesivo. Perseveró en su creencia de que estaba físicamente muerto y poseído por demonios durante varias semanas. Este delirio fue reforzado por su creencia religiosa de que la vida era un atributo de Dios, y por inferencia, él como humano, estaba muerto. Su condición mejoró gradualmente en el transcurso del tratamiento con Divalproex y quetiapina con discusiones sobre el fundamento de su creencia. Al ser dado de alta, el Sr. C. demostró ser consciente de su fijación en la muerte y la capacidad de reorientarse.
Discusión: Este caso pone de manifiesto la necesidad de comprender mejor la coocurrencia de la EC en la esquizofrenia, su diferenciación, el mayor riesgo de violencia y de conductas autolesivas en esta presentación, y cómo los acontecimientos específicos y los factores religiosos pueden influir en los temas delirantes de la EC. La farmacoterapia y algunos aspectos de la terapia cognitivo-conductual pueden ser eficaces para mejorar estos síntomas en la EC.
Trastorno delirante
Los pacientes que sufren el síndrome de Cotard pueden negar estar vivos, tener agallas, pensar o incluso existir. También pueden quejarse de que el mundo o el tiempo han dejado de existir. En este artículo, sostengo que, aunque los principales relatos neurocognitivos tienen dificultades para cumplir esa tarea, debemos, y podemos, dar sentido a estos extraños delirios. Para ello, me baso en la estrecha relación entre el síndrome de Cotard y una condición más común conocida como despersonalización. Aunque no tengan delirios, los pacientes despersonalizados parecen tener experiencias bastante similares a las de los pacientes de Cotard. Sostengo que estas experiencias se caracterizan esencialmente por la falta de carácter subjetivo y de otros dos rasgos estructurales de la experiencia, que llamo “carácter presente” y “carácter real”. Los delirios nihilistas de Cotard consisten simplemente en tomar estas experiencias anómalas al pie de la letra.
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Somatoparafrenia
Causas y factores de riesgo del síndrome del cadáver andanteEl síndrome del cadáver andante se produce debido a lesiones en las regiones frontal y temporal del hemisferio derecho del cerebro.Se desconoce la causa exacta del síndrome del cadáver andante. Sin embargo, los estudios sugieren que la causa se localiza en las regiones frontal y temporal del hemisferio derecho del cerebro. Los factores de riesgo que se han asociado al síndrome de Cotards son
Signos y síntomas del síndrome del cadáver andanteLas personas con síndrome del cadáver andante creen que están muertas. Los pacientes con el síndrome del cadáver andante tienen una vaga sensación de ansiedad en las fases iniciales. A esto le sigue la creencia de que están muertos, que no existen, que se están pudriendo (incluso pueden oler la carne podrida) o que han perdido sus órganos vitales. Algunos pacientes se sienten realmente inmortales. Las características clínicas incluyen depresión, sentimiento de culpa, negatividad e insensibilidad al dolor. Los pacientes también pueden creer que están paralizados o tener alucinaciones auditivas u olfativas.Las personas afectadas por este trastorno no pueden reconocer su propio rostro y no muestran ningún interés por la vida social o el placer. Siempre están paranoicos y descuidan su propia higiene. Tienen tendencia al suicidio o pueden autolesionarse. Pierden el sentido de la realidad y tienen una visión distorsionada del mundo.Yamada propuso una clasificación del síndrome de Cotard; lo dividió en tres etapas en función de los síntomas: