
Siéntete mejor con Bupa – ¡Sigue en sintonía!
Contenidos
La construcción de la muestra fue multietapa. La primera etapa surgió de una estrategia de muestreo probabilístico y geográficamente estratificado que selecciona aleatoriamente los municipios, luego las manzanas censales y las viviendas ocupadas, y finalmente las personas de 18 años o más. En este proceso, el factor de expansión se calculó como la inversa de la probabilidad de selección o inclusión en la muestra. También incluye ajustes por falta de respuesta telefónica y ajustes de post-estratificación por rangos de edad (18-35, 36-59, ≥60) de hombres y mujeres, en dos etapas. Ambas correcciones se realizan para reducir el sesgo de la encuesta telefónica de acuerdo con las recomendaciones de la CEPAL [35].
La tasa de contacto fue del 39,9% con una tasa de cooperación del 60,7%, por lo que la tasa de respuesta fue del 24,2% de la muestra inicial. Con estos valores y asumiendo un muestreo aleatorio simple, y para una proporción de 0,5, la encuesta es representativa a nivel nacional (con un error absoluto de 2,98%) para hombres y mujeres (con errores absolutos de 4,31% y 4,14%, respectivamente) y para los grupos de edad 18-35, 36-59 y ≥60 (con errores absolutos de 5,77%, 4,49% y 5,57%, respectivamente).
Interculturalidad y servicios de salud mental en La Araucanía, Chile
Reprints and PermissionsAbout this articleCite this articleMundt, A.P., Martínez, P., Jaque, S. et al. Los efectos de los planes nacionales de salud mental en el desarrollo de los servicios de salud mental en Chile: análisis retrospectivos de series temporales interrumpidas de bases de datos nacionales entre 1990 y 2017.
Int J Ment Health Syst 16, 5 (2022). https://doi.org/10.1186/s13033-022-00519-wDownload citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Lanzamiento: Plataforma de información de la OPS sobre salud y migración
El burnout juega un papel fundamental en la vida de los estudiantes (Cushman & West, 2006). En numerosos trabajos se han estudiado las tres dimensiones del síndrome de burnout: agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal (Ramos et al., 2005).
Abordar las consecuencias del agotamiento emocional es necesario para preservar una buena salud mental, que puede definirse como un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a las tensiones cotidianas de la vida y funcionar de forma productiva (Fusar-Poli et al., 2020). Los hallazgos han demostrado sistemáticamente la importancia de los factores psicosociales y la salud mental en el éxito académico de los estudiantes universitarios (Kivlighan et al., 2020). Los problemas psicológicos, como la depresión y la ansiedad, son comunes entre los estudiantes (Kim et al., 2015). Los estudiantes universitarios tienen problemas de salud mental de larga duración y riesgo de suicidio (McLaughlin y Gunnell, 2020).
Salud mental para todos (#11): Innovaciones en la atención de la salud mental
El marco de muestreo utilizado fue la población adulta (entre 16 y 64 años) residente en hogares privados del Gran Santiago, con una población de 3.237.286 personas. El diseño muestral fue realizado por el Instituto Nacional de Estadística de Chile. El Gran Santiago está dividido en 35 comunas, cada una de las cuales contiene un número variable de sectores de unos 200 hogares. La estrategia de muestreo consistió en un diseño en tres etapas, que incluía las 35 comunas, 252 sectores y 4693 hogares seleccionados aleatoriamente con una probabilidad proporcional al tamaño de las unidades de muestreo. Los sectores de los distritos más ricos fueron objeto de un muestreo excesivo para facilitar las comparaciones entre personas de diferentes grupos socioeconómicos. Por último, se eligió al azar una persona adulta por cada hogar mediante el método Kish (Referencia KishKish, 1965).
Se instruyó a los entrevistadores para que realizaran al menos cuatro visitas antes de declarar una dirección como perdida. El único criterio de exclusión, aparte de la edad, era que la persona seleccionada no pudiera responder a las preguntas por impedimentos físicos u otras razones personales, como estar fuera durante un largo periodo. El tamaño del hogar se definió como el número de personas de entre 16 y 64 años que residían en esa vivienda y que podían ser entrevistadas. Los hogares seleccionados no se visitaron antes de iniciar el trabajo de campo, por lo que no fue posible determinar a priori si alguno de los residentes no cumplía los criterios de inclusión en el estudio. (R.A. puede facilitar más detalles sobre el diseño o los procedimientos de muestreo si se le solicita).