
Qué es la enfermedad mental
Contenidos
Hay varios tipos de entornos de servicios médicos que pueden servir para prestar atención o servicios de salud mental. Entre ellos se encuentran, entre otros, la medicina de familia, los hospitales o clínicas psiquiátricas, los hospitales generales y los centros comunitarios de salud mental o conductual. Los distintos servicios respaldan diferentes modelos de pago. Algunos pueden estar más basados en el gobierno o en el paciente, mientras que otros pueden respaldar sistemas de pago de modelos mixtos[2] No todos los tipos de servicios o instituciones son accesibles para todos los pacientes. Un obstáculo considerable es la dificultad para encontrar proveedores de atención de salud mental dentro de la red, teniendo en cuenta la actual y crítica escasez nacional de profesionales de la salud mental[3].
Los centros de medicina de familia o de medicina general de las comunidades suelen ser la primera línea para la evaluación de las condiciones de salud mental. Los servicios básicos que se prestan pueden incluir la prescripción de fármacos psiquiátricos y, a veces, el asesoramiento o la terapia básicos para los “trastornos mentales comunes”. Los servicios médicos secundarios pueden incluir hospitales psiquiátricos o clínicas. Sin embargo, dada la tendencia a la desinstitucionalización de los hospitales de salud mental -el movimiento de los pacientes de salud mental fuera del sistema de atención de salud mental “basado en el asilo” hacia la atención orientada a la comunidad-, los hospitales psiquiátricos han ido cayendo en desgracia, y los servicios se dirigen a pabellones dentro de los hospitales generales, así como a servicios de salud mental comunitarios de base más local.
Test de salud mental
Eysenbach, G, Kohler, C (2002). ¿Cómo buscan y valoran los consumidores la información sanitaria en la red mundial? Estudio cualitativo mediante grupos de discusión, pruebas de usabilidad y entrevistas en profundidad. British Medical Journal
Eysenbach, G, Powell, J, Kuss, O, Sa, ER (2002). Estudios empíricos que evalúan la calidad de la información sanitaria para los consumidores en la World Wide Web: una revisión sistemática. Journal of the American Medical Association
Khazaal, Y, Chatton, A, Cochand, S, Hoch, A, Khankarli, MB, Khan, R, Zullino, DF (2008). Uso de Internet por pacientes con trastornos psiquiátricos en busca de información general y médica. Psychiatric Quarterly
Rajagopalan, MS, Khanna, V, Stott, M, Leiter, Y, Showalter, TN, Dicker, A (2010). Accuracy of cancer information on the Internet: a comparison of a Wiki with a professionally maintained database. Revista de Oncología Clínica
Problemas de salud mental
Se calcula que el 25% de los ciudadanos europeos sufrirán un problema de salud mental a lo largo de su vida, y que aproximadamente el 10% de los problemas de salud y discapacidades a largo plazo pueden estar relacionados con trastornos mentales y emocionales (Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo [1]). Los resultados de la 6ª Encuesta Europea sobre las Condiciones de Trabajo revelan que uno de cada cuatro trabajadores europeos afirma que el trabajo tiene un impacto negativo en su salud[2]. Utilizar el lugar de trabajo como escenario para promover una buena salud mental no sólo ayuda a proteger la salud mental (y física) y el bienestar de los empleados, sino que también tiene sentido desde el punto de vista empresarial. El objetivo de este artículo es ofrecer al lector una visión general de los costes, las causas y las consecuencias de la mala salud mental en el lugar de trabajo; y proporcionar un comentario informado sobre los métodos y las prácticas para desarrollar y mantener lugares de trabajo psicológicamente seguros y saludables.
El trabajo puede contribuir al desarrollo de la mala salud mental a través de las malas condiciones de trabajo y los problemas de organización del trabajo. Sin embargo, a la inversa, el empleo puede proporcionar a los individuos un propósito, recursos financieros y una fuente de identificación, lo que se ha demostrado que promueve un mayor bienestar mental positivo [3]. Cada vez se reconoce más en la Unión Europea, y más aún a nivel mundial, el impacto económico y social de la mala salud mental y, a su vez, la importancia relativa de promover el bienestar mental y prevenir la aparición de trastornos mentales en la sociedad en general [4].
Atención a la salud mental
Un trastorno mental, también denominado enfermedad mental[5] o trastorno psiquiátrico, es un patrón de comportamiento o mental que causa un malestar significativo o un deterioro del funcionamiento personal[6]. Tales características pueden ser persistentes, con recaídas y remisiones, o presentarse como episodios únicos. Se han descrito muchos trastornos, con signos y síntomas que varían mucho entre trastornos específicos[7][8] Estos trastornos pueden ser diagnosticados por un profesional de la salud mental, normalmente un psicólogo clínico o un psiquiatra.
Las causas de los trastornos mentales no suelen estar claras. Las teorías pueden incorporar hallazgos de diversos campos. Los trastornos mentales suelen definirse por una combinación de la forma en que una persona se comporta, siente, percibe o piensa,[7] que puede estar asociada a regiones o funciones particulares del cerebro, a menudo en un contexto social. Un trastorno mental es un aspecto de la salud mental. A la hora de realizar un diagnóstico deben tenerse en cuenta las creencias culturales y religiosas, así como las normas sociales[9].
Los servicios se basan en hospitales psiquiátricos o en la comunidad, y las evaluaciones las llevan a cabo profesionales de la salud mental como psiquiatras, psicólogos, enfermeras psiquiátricas y trabajadores sociales clínicos, utilizando diversos métodos, como pruebas psicométricas, pero a menudo basándose en la observación y el interrogatorio. Los tratamientos son proporcionados por diversos profesionales de la salud mental. La psicoterapia y la medicación psiquiátrica son dos de las principales opciones de tratamiento. Otros tratamientos incluyen cambios en el estilo de vida, intervenciones sociales, apoyo de los compañeros y autoayuda. En una minoría de casos, puede haber detención o tratamiento involuntario. Se ha demostrado que los programas de prevención reducen la depresión[7][10].