
Vitor Pordeus – “Locura, pero con método
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Todos los participantes que rellenaron el cuestionario se declararon satisfechos (28,6%) o muy satisfechos (66,7%) con el curso, todos consideraron que la información proporcionada era al menos muy útil y la mayoría consideró que el animador del curso tenía experiencia en el campo. Más de tres cuartas partes consideraron que la intervención fue mejor (52,4%) o mucho mejor (23,8%) de lo que esperaban, sólo cinco (23,8%) consideraron que la intervención fue como esperaban; ningún participante consideró que estuvo por debajo de sus expectativas. La mayoría de los participantes también señalaron que el contenido de la intervención debería incluirse en su formación habitual, y que recomendarían el curso a sus colegas.
Los alumnos consideraron que esta intervención tendría beneficios positivos para sus pacientes, ya que consideraron que les ayudaría a mejorar su empatía, a reducir el uso de etiquetas y el pesimismo terapéutico que tienen hacia sus pacientes (ver Tabla 3).
En general, los participantes respondieron positivamente a la intervención. Consideraron que la intervención estaba bien estructurada y planificada, y aunque muchos comentaron que la duración del curso era adecuada, también mencionaron que el curso debería ser más largo o incluir más sesiones. En cuanto al contenido del curso, los participantes consideraron que los elementos incluidos en la intervención eran completos e incluían información útil. El último elemento relacionado con la satisfacción de los participantes con el curso, fue el facilitador del curso, que fue considerado como conocedor, accesible y sin prejuicios (Tabla 3).
Seminario en línea: Análisis y uso de los datos de RDoC en su investigación
No tenemos paciencia con los pacientes que sabemos que son muy neuróticos, muy aprensivos o con un trastorno de la personalidad; intentamos pasar a otros temas cuando los pacientes están expresando lo que es importante para ellos, nos saltamos eso porque no nos interesa, no están diciendo nuestros criterios (Hombre, 27 años).
Prejuicios y paternalismoLos participantes también consideran que una práctica común es la falta de inclusión de los pacientes en las decisiones importantes y la falta de explicaciones sobre el tratamiento de los pacientes, incluso cuando éste incluye la restricción física. Algunos consideraron que esto podría ser consecuencia del paternalismo o incluso de prejuicios personales.
…Es como, vas a tomar esto, y eso es todo. Creo que el hecho de no incluirlos en su tratamiento quizá no sea un estigma directo, sino que estamos diciendo que tenemos que decidir por ellos porque no tienen capacidad o no saben qué medicación es la mejor (Mujer, 28 años).
Un par de participantes también señalaron como ejemplos de estigma el hecho de desanimar a los pacientes para que sigan determinadas carreras debido a sus diagnósticos y el hecho de tratar a los pacientes como si fueran niños.Estigma por parte de los psiquiatras fuera del contacto directo con los pacientesEtiquetadoLa mayoría de los participantes afirmaron que percibían más actitudes negativas en los psiquiatras cuando no estaban delante de un paciente sino con otros colegas, y las reacciones más comunes observadas en otros psiquiatras que los participantes señalaron fueron el etiquetado y el llamar a los pacientes por sus diagnósticos de forma despectiva.
Salud mental y vulnerabilidad en el sistema de justicia penal
En un estudio anterior sobre la prevalencia, la gravedad y los correlatos demográficos a 12 meses de 16 trastornos psiquiátricos del DSM-IV y la utilización de los servicios en México (Referencia Medina-Mora, Borges y LaraMedina-Mora et al, 2005), mostramos que aunque los trastornos psiquiátricos son comunes, con una prevalencia a 12 meses del 12,1%, los trastornos mentales muy graves son menos comunes (prevalencia del 3,7%); además, había una extrema infrautilización de los servicios de salud mental, ya que sólo el 24% de los afectados más graves utilizaban algún servicio. Los trastornos más comunes fueron la fobia específica (4,0%), el trastorno depresivo mayor (3,7%) y el abuso o la dependencia del alcohol (2,2%). Los ingresos se asociaron con la gravedad de la enfermedad, siendo más probable que las personas con ingresos bajos y medios declaren un trastorno durante 12 meses. Las mujeres eran más propensas a declarar un trastorno del estado de ánimo y de ansiedad, pero menos a declarar un trastorno por consumo de sustancias.
En este trabajo, informamos sobre la prevalencia de por vida y el riesgo proyectado de por vida de los trastornos psiquiátricos del DSM-IV en la población mexicana. Ampliamos los análisis anteriores sobre la edad de inicio de la depresión mayor en México (Referencia Benjet, Borges y Medina-MoraBenjet et al, 2004) a otros trastornos psiquiátricos que ahora son más comunes entre los jóvenes en México, e investigamos si las nuevas cohortes tienen un mayor riesgo, especialmente para los trastornos por uso de sustancias (Referencia Villatoro, Medina-Mora y HernándezVillatoro et al, 2005).
PSA del Día Mundial de la Salud Mental: Enfoque en la depresión
Reimpresiones y permisosAcerca de este artículoCite este artículoCarmona-Huerta, J., Durand-Arias, S., Rodríguez, A. et al. La atención a la salud mental comunitaria en México: una perspectiva regional desde un país de ingresos medios.
Int J Ment Health Syst 15, 7 (2021). https://doi.org/10.1186/s13033-020-00429-9Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard