
Ejemplos de sujeción mecánica
Contenidos
La contención mecánica es la aplicación de dispositivos (incluidos cinturones, arneses, grilletes, sábanas y correas) al cuerpo de una persona para restringir su movimiento. El objetivo es evitar que la persona se haga daño a sí misma o ponga en peligro a otros, o garantizar que se le pueda proporcionar el tratamiento médico esencial. No incluye el uso de muebles (incluidas las camas con laterales de cuna y las sillas con mesas colocadas en los brazos) que restringen la capacidad de la persona para bajarse del mueble, excepto cuando los dispositivos sólo se utilizan para restringir la libertad de movimiento de la persona. El uso de un aparato médico o quirúrgico para el tratamiento adecuado de un trastorno o lesión física no se considera una contención mecánica.
La contención física es la aplicación por parte de los miembros del personal sanitario de la inmovilización manual o la restricción física de una persona para evitar que se dañe a sí misma o ponga en peligro a los demás, o para garantizar que se pueda proporcionar el tratamiento médico esencial.2
La contención química/farmacológica está definida en algunas leyes de salud mental estatales y territoriales, pero no existen actividades de suministro de datos comparables a nivel nacional para esta categoría.2 Hay una falta de consenso sobre la definición de contención química/farmacológica3, debido a las dificultades para determinar si la intención de un clínico es principalmente tratar los síntomas de una persona o controlar su comportamiento. Por esta razón, la Comisión no exige actualmente a las organizaciones de servicios de salud que informen sobre el uso de la contención química (excepto cuando la legislación estatal o territorial lo ordena). No obstante, las organizaciones deben tratar de entender si hay un uso inadecuado de los medicamentos y observar si aumentan las tasas de tranquilización rápida.
Restricciones mecánicas frente a restricciones físicas
La contención física en las unidades psiquiátricas es una práctica común pero extremadamente controvertida y poco evaluada por investigaciones metodológicamente adecuadas. Las cuestiones culturales y las percepciones y actitudes de los profesionales contribuyen sustancialmente a la frecuencia de las sujeciones que suelen ser elevadas. Objetivo En este estudio cualitativo, nos propusimos comprender las experiencias y percepciones del personal de enfermería respecto a la contención física en las unidades psiquiátricas.
A través de un muestreo teórico, 29 enfermeras de dos unidades psiquiátricas brasileñas participaron en el estudio. Los datos fueron recogidos entre 2014 y 2016 a partir de entrevistas individuales y analizados a través del análisis temático, empleando presupuestos teóricos del interaccionismo simbólico.
La contención física fue considerada desagradable, desafiante, arriesgada y asociada a dilemas y conflictos. El personal de enfermería estaba a menudo expuesto a los riesgos y lesiones relacionados con la contención. Los profesionales buscaban estrategias para reducir los daños relacionados con la contención, pero seguían considerándola necesaria debido a la falta de opciones eficaces para controlar el comportamiento agresivo.
Directrices de restricción del NHS
A lo largo del siglo XX, la psiquiatría pasó de una atención hospitalaria centrada en gran medida en la contención a una atención basada en la comunidad. La introducción de la medicación psicotrópica, los enfoques metodológicos modernos para examinar las intervenciones y el aumento de la atención centrada en el paciente, personificada por el modelo de recuperación (Sheedy y Whitter, Referencia Sheedy y Whitter2009) han colocado la perspectiva del paciente en el centro de la gestión psiquiátrica. A pesar de ello, la contención de los pacientes en la atención formal de la salud mental sigue siendo habitual, a veces se acepta como una parte inevitable de la práctica psiquiátrica y se utiliza de forma rutinaria en los entornos hospitalarios (Curie, Referencia Curie2005). Esto incluye el uso de dispositivos mecánicos, el contacto entre personas, la reclusión (confinamiento solitario) o la restricción química. De éstas, la contención mecánica es fácil de definir y es particularmente atroz, ya que puede conducir a la muerte (Mohr y Mohr, Referencia Mohr y Mohr2000; O’Halloran y Frank, Referencia O’Halloran y Frank2000), y sin embargo rara vez se estudia. Este es el tipo de restricción, utilizando cualquier tipo de dispositivo, en el que se centra este trabajo.
Sujeciones mecánicas
Estudio transversal y observacional con pacientes de un hospital público procedentes de la clínica médica, la clínica quirúrgica y la unidad de cuidados intensivos, evaluados mediante análisis descriptivos, univariantes y multivariantes.
Ciento once (111) pacientes participaron en el estudio. La prevalencia de la contención mecánica fue del 51,4%; se utilizaron barandillas bilaterales en la cama en el 100% de las sujeciones, y también se observaron sujeciones bilaterales en las muñecas en el 29,8%. Las justificaciones más comunes fueron el riesgo de caídas (100,0%) y el riesgo de retirada no programada de dispositivos invasivos (57,9%). Los pacientes sujetados difieren significativamente de los no sujetados por los siguientes factores asociados: el sexo masculino; la edad; el diagnóstico de ictus; la unidad de hospitalización; la capacidad de deambulación; el uso de medicación sedante; y el uso de dispositivos invasivos.
Este estudio estimó una alta prevalencia de sujeciones mecánicas en el entorno hospitalario y determinó los factores asociados al riesgo de que un paciente sea sujetado. Se recomienda un equipo de evaluación de la contención médica para un análisis en profundidad de la indicación y la terapia.